• Es importante diferenciar entre la lectura escolar y la lectura por placer. La lectura escolar debe cumplir con ciertos parámetros dictados por la escuela. La lectura por placer debe poner al niño en el centro de la decisión: ¿Qué temas le interesan? ¿Prefiere libros con muchas ilustraciones o libros con historias complejas?
  • Para saberlo tenemos que considerar su perfil y su etapa lectora para que el libro honre sus intereses y sus habilidades.
  • Usemos el libro como instrumento para alimentar su curiosidad sobre ciertos temas.
  • El libro debe significar un reto para el niño, pero no ser demasiado complejo.
  • Cualquier libro, incluso los que no nos gustan como padres, nos sirven para establecer un diálogo con nuestros hijos. Hablemos con ellos sobre lo que nos gusta o no nos gusta de un libro para ayudarles a formar un criterio.
  • Puede suceder que haya libros que tengan palabras que no conozca y esto está bien porque estimula su vocabulario.